Wednesday, February 25, 2015

Aprenderás

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse y que compañía no siempre significa seguridad. 
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas… comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado.
Aprenderás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas… Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma… descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de tu vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa qué es lo que tienes en la vida, sino a quien tienes en la vida y que los buenos amigos son la familia que uno elige.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía.
Descubrirás que mucha veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siepre debemos decir a esas personas que las amamos , porque nunca estaremos seguros cuando será la última vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tiene influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a dónde llegaste, sino a dónde te diriges y si no lo sabes, cualquier lugar sirve…
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada sea la situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que los héroes son las personas que hicieron lo necesario, enfrentando las circunstancias… aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrirás que algunas veces, la personas que esperas que te patee cuando caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.
Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias que con lo que has vivido.
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese por que le estarás quitando la esperanza.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.
Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero no saben cómo demostrarlo.
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo. Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.
Aprenderás que no importa en cuántos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín decorar tu alma, en vez de esperar que alguien de mande flores.
Entonces y sólo entonces, sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más. Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla.


William Shakespeare

Friday, February 20, 2015

Fragmento de: El arte de Amar (Erich Fromm)

El hombre moderno está enajenado de sí mismo, de sus semejantes y de la naturaleza... Se ha transformado en un articulo, experimenta sus fuerzas vitales como una inversión que debe producirle el máximo de beneficios posible en las condiciones imperantes en el mercado. Las relaciones humanas son esencialmente las de autómatas enajenados, en las que cada uno basa su seguridad en mantenerse cerca del rebaño y en no diferir en el pensamiento, el sentimiento o la acción. Al mismo tiempo que todos tratan de estar tan cerca de los demás como sea posible, todos permanecen tremendamente solos, invadidos por el profundo sentimiento de inseguridad, de angustia y de culpa que surge siempre que es imposible superar la separatidad humana. Nuestra civilización ofrece muchos paliativos que ayudan a la gente a ignorar conscientemente esa soledad: en primer término, la estricta rutina del trabajo burocratizado y mecánico, que ayuda a la gente a no tomar conciencia de sus deseos humanos más fundamentales, del anhelo de trascendencia y unidad. En la medida en que la rutina sola no basta para lograr ese fin, el hombre se sobrepone a su desesperación inconsciente por medio de la rutina de la diversión, la consumición pasiva de sonidos y visiones que ofrece la industria del entretenimiento; y, además, por medio de la satisfacción de comprar siempre cosas nuevas y cambiarlas inmediatamente por otras... 

... la felicidad del hombre moderno consiste en "divertirse". Divertirse significa la satisfacción de consumir y asimilar artículos, espectáculos, comida, bebidas, cigarrillos, gente, conferencias, libros, películas; todo se consume, se traga. El mundo es un enorme objeto de nuestro apetito, una gran manzana, una gran botella, un enorme pecho; todos succionamos, los eternamente expectantes, los esperanzados y los eternamente desilusionados. Nuestro carácter está equipado para intercambiar y recibir, para traficar y consumir; todo, tanto los objetos materiales, como los espirituales, se convierten en objeto de intercambio y de consumo.

Wednesday, February 4, 2015

Tres de los siete sonetos medicinales

Avanti

Si te postran diez veces te levantas 
Otras diez, otras cien, otras quinientas... 
No han de ser tus caídas tan violentas 
Ni tampoco, por ley, han de ser tantas. 

Con el hambre genial con que las plantas 
Asimilan el humus avarientas, 
Deglutiendo el rencor de las afrentas 
Se formaron los santos y las santas. 

Obsesión casi asnal, para ser fuerte, 
Nada más necesita la criatura, 
Y en cualquier infeliz se me figura 
Que se rompen las garras de la suerte... 

¡Todos los incurables tienen cura 
Cinco segundos antes de la muerte! 


¡Piú avanti!

No te des por vencido, ni aun vencido, 
No te sientas esclavo, ni aun esclavo; 
Trémulo de pavor, piénsate bravo, 
Y arremete feroz, ya mal herido. 

Ten el tesón del clavo enmohecido, 
Que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo; 
No la cobarde intrepidez del pavo 
Que amaina su plumaje al primer ruido. 

Procede como Dios que nunca llora, 
O como Lucifer, que nunca reza, 
O como el robledal, cuya grandeza 
Necesita del agua y no la implora... 

¡Que muerda y vocifere vengadora, 
Ya rodando en el polvo tu cabeza!


¡Molto piú avanti!

Los que vierten sus lágrimas amantes 
Sobre las penas que no son sus penas; 
Los que olvidan el son de sus cadenas, 
Para limar las de los otros antes; 

Los que van por el mundo delirantes, 
Repartiendo su amor a manos llenas, 
Caen, bajo el peso de sus obras buenas 
Sucios, enfermos, trágicos..., ¡sobrantes! 

¡Ah! ¡Nunca quieras remediar entuertos! 
¡Nunca sigas impulsos compasivos! 
¡Ten los garfios del odio siempre activos, 
Y los ojos del Juez siempre despiertos!... 

¡Y al echarte en la caja de los muertos, Menosprecia los llantos de los vivos! 

Tres de los: "Siete sonetos medicinales / 1907"
Almafuerte (Seud. de Pedro Bonifacio Palacios